Se encontraba Juan Pablo II con más de mil niños de una parroquia romana.
Entre el grupo había una pancarta con el “feliz Navidad” escrito en polaco. El Pontífice bromeó: - Os agradezco que me hayáis escrito así…, quizá porque pensáis que el Papa no entiende muy bien el italiano.
- ¡Nooo! - gritaron los niños. Juan Pablo II comenzó su catequesis:
-¿Cómo os preparáis para la Navidad? - Con la oración—respondieron algunos.
- Bien, con la oración, pero también la Confesión. Tenéis que confesaros para acudir a la Comunión, ¿lo haréis?
Y el millar de críos, a gritos, respondió: - Sí. Lo haremos. - Sí, debéis hacerlo.
El Papa también se confesará para recibir dignamente al Niño de Dios.