Entra en casa un pequeño de cuatro o cinco años y dice a su madre: “Mamá en la calle hay un niño que no tiene mamá”. “
¿Y tú como sabes que no tiene mamá”?, pregunta la madre.
“Es que tiene el pantalón roto”.
“Pero, a lo mejor tiene mamá y son pobres. Y por eso tiene el pantalón roto. "
"No," -replica el niño-. "Si tuviera mamá no tendría el pantalón roto, porque las mamás lo arreglan todo: Las mamás lo arreglan todo. "
¿Y que no arreglará la Madre de Dios? A la verdad, mi vida tiene muchos rotos y descosidos que arreglar. Pero ante una madre no cuentan los méritos de sus hijos, sino sus necesidades, sus “rotos”.
Qué confianza da tener una Madre así.