Semillas de amor

Un señor monta en un autobús y observa, que su compañera de asiento, una anciana entrañable, va tirando por la ventanilla, durante todo el trayecto, algo que extrae de una bolsita.

Esta escena se repitió día tras día, hasta que nuestro intrigado amigo acabó preguntándole: 

- “¿Qué tira por la ventana?”

- “Son semillas” 

- “¿Semillas de qué?”

- “Son semillas de flores. 

Las cunetas de la carretera están feas y secas, y algún día me gustaría ver el camino lleno de color”

- “Pero ¿cómo van a brotar si todo está seco?; además los pájaros se las comerán y los coches las aplastarán”. 

- “ Bueno, yo hago lo que puedo; ya vendrán días de lluvia”,-respondió la anciana. 

El viajero pensó que aquella anciana estaba medio loca.

Unos meses después, nuestro hombre al ir al trabajo descubrió, desde el autobús, que las cunetas de la carretera estaban llenas de flores, inundando el trayecto. Preguntó al conductor por la anciana de las semillas. 

”Murió hace un mes”- le respondió. 

Y nuestro viajero pensó: “¿De qué ha servido su trabajo si no ha podido ver su obra?” En ese instante a su espalda oyó los gritos de un niño: ”¡Mira papá, qué bonito, la carretera está llena de flores!”. Dicen que nuestro hombre, desde ese día, cada vez que toma el autobús va tirando por la ventanilla, desde su bolsita, semillas de flores.

Aplicación: Este mundo nuestro está feo, seco, sin amor. Hemos de ir sembrando por todas partes “Semillas de amor”, aunque a veces no veamos el fruto de nuestro esfuerzo.