LA ORACIÓN DIARIA MI FUERZA

El 1 de julio de 2017 se han cumplido 20 años de la liberación de Jose Antonio Ortega Lara después de 532 días de secuestro.

“Familia, oración y método” fueron los tres pilares que sostuvieron al cautivo en su estrecho y húmedo habitáculo.

El recuerdo de su esposa Domitila, de su pequeño hijo Dani y del resto de su familia le ayudaron a sobrevivir en ese infierno.

La Oración diaria era su fuerza; a ella se agarraba como el naufrago a una tabla de salvación.

Ponía en práctica el Evangelio de hoy: “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”

Y, por fin, ejercitó diariamente el método y la autodisciplina para no dejarse vencer por el hundimiento y la desesperanza.

Con una gran fuerza de voluntad no dejó ni un día el aseo corporal en un zulo húmedo y maloliente; así como el hacer un agotador ejercicio de pasear de un lado al otro del estrecho recinto de solo tres metros de largo.

Aplicación: Ciertamente Jose Antonio es un ejemplo para todos nosotros de saber, en los momentos difíciles, apoyarse en los pilares sólidos de la familia, la oración y el esfuerzo.