Una leyenda que circuló en un monasterio de monjes que nos enseña que el Señor no ama el sacrificio por el sacrificio, sino el amor a Dios y a los demás.
En un seminario para parejas en la Universidad de Fresno, uno de los conferenciantes le preguntó a una de las esposas: “¿Su marido la hace feliz?”. La respuesta de la esposa ante esta pregunta sorprendió a su marido y a los asistentes.
En la última guerra mundial en una ciudad alemana, los bombardeos destruyeron la catedral. Y una de las «víctimas» fue el Cristo que presidía el altar mayor, que quedó literalmente destrozado.
Jesús yo no quiero vivir en el país de los cerdos: Internet, redes sociales, móvil, series de TV, películas sucias, ambientes raros, amistades guarras. Ahí huele mal, ahí no puedes estar Tú, Señor… ¿y yo?... ¡tampoco!
Se cuenta como cierta una historia de Plácido Domingo y José Carreras, que si es real, denotaría aún más la grandeza de corazón de estos dos magníficos tenores.
Enrique Monasterio escribió un libro muy gracioso y muy sobrenatural, titulado “El belén que puso Dios”, en el que hace hablar a los distintos personajes o figuras del Belén.
Cristo en la Cruz dio hasta la última gota de su Sangre por amor a ti, a mi... Nos pide un amor total. ¿Voy a ser tacaño y a darle solo un poco de mi vida? El quiere ser Rey de todo lo que soy y tengo