ORIGEN DE LA DEVOCIÓN DE LOS CINCO PRIMEROS SÁBADOS DE MES

En la segunda aparición de la Virgen en Fátima, el 13 de junio de 1917,le dijo a Lucía que Jesucristo quería establecer en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María y para ello pide que se instaure la práctica de los Cinco Primeros Sábados.

Desde muchos siglos atrás, la Iglesia ha considerado el sábado un día dedicado a intensificar la devoción a la Santísima Virgen, Madre de Dios y nuestra amantísima Madre.

En la aparición del 13 de julio de 1917,la Virgen María le dijo a Lucía: “Vendré a pedir la comunión reparadora de los primeros sábados”.

El 10 de diciembre de 1925, la Virgen María cumple la promesa hecha a Lucía, quien nos lo cuenta así: “Ese día estando en mi habitación en Pontevedra, España, se me apareció la Santísima Virgen y, al lado, como suspendido en una nube luminosa, el Niño.

La Santísima Virgen me ponía la mano sobre mi hombro derecho y, al mismo tiempo, me mostraba un corazón cercado de espinas que tenía en la mano.” Entonces dijo el Niño: “Ten compasión del corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas que los hombres ingratos le

clavan continuamente sin que haya nadie que haga un acto de reparación para arrancárselas”.

Y en seguida dijo la Santísima Virgen: “Mira, hija mía, mi corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes, tú, al menos, procura consolarme y di que: “Todos aquellos que durante cinco meses seguidos, en el primer sábado, se confiesen y reciban la Santa Comunión, recen el Santo Rosario y me hagan 15 minutos de compañía meditando en los misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias

necesarias para su salvación”.

Web Católico de Javier

¿Cómo hacer la devoción de los cinco primeros sábados del mes?
1) Confesarse, dentro de los ocho días anteriores, con la intención de modificar las ofensas al Inmaculado Corazón de María. Si durante la confesión se olvida de hacer esta intención, se puede expresar en la siguiente confesión;
2) Recibir la Comunión, en gracia de Dios, con la misma intención de la Confesión;
3) La comunión debe ser recibido el primer sábado del mes;
4) La Confesión y la Comunión deben repetirse durante cinco meses consecutivos, sin interrupción, de lo contrario debe comenzar de nuevo;
5) Recitar el Rosario, al menos la tercera parte, con la misma intención de la confesión;
6) Hacer compañía a la Virgen por quince minutos, meditando los misterios del Rosario. Esto puede estar meditando un pasaje de la Escritura o los misterios del Santo Rosario. Sor Lucía de Fátima que solía meditar un misterio del rosario durante 15 minutos al final de su oración. Esta meditación es además del rezo diario del Santo Rosario.
7) Concluimos con la oración al Corazón Inmaculado de María para cada primer sábado del mes.