El Examen, momento más importante del día para San Ignacio

El próximo 31 de julio celebramos a San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.

Su lema en la vida fue “TODO PARA MAYOR GLORIA DE DIOS”. Fue el iniciador de la práctica de los ejercicios espirituales y del acompañamiento espiritual, y también de un ejercicio de oración que él llamaba “Examen” y que debía ser “el cuarto de hora más importante del día” para una persona. Se trata de un repaso del día para presentárselo a Dios y traerle a los avatares del día a día, incluso a las cosas más insignificantes. Se repasa el pasado más reciente para encontrar a Dios y sus bendiciones en la vida cotidiana.

San Ignacio proponía un sencillo método en cinco pasos para el Examen diario: Dar gracias. Reflexionar sobre las maneras en que Dios nos ha bendecido en el día, grandes y pequeñas, desde el don de la fe y el don de mi matrimonio hasta lo fácil que ha sido hoy llegar al trabajo. Pedir el Espíritu. Para que me guíe en el difícil repaso del alma, de manera que me muestre los momentos de la jornada en los que no he actuado bien. Repasar y reconocer los fallos. Pido al Señor que me muestre los momentos en los que he cometido algún fallo, grande o pequeño. Pedir perdón y sanación. Si he pecado, pido a Dios perdón. Le pido también la sanación de cualquier daño que pueda haber ocasionado, aunque solamente me haya equivocado. Y pido sabiduría para discernir cómo manejar mejor tales momentos difíciles en el futuro. Rezar por el día siguiente. Pido a Dios ayuda para el día siguiente, en los momentos de tentación, y resuelvo vivir bien el día de mañana. 

(Del libro “Recrear el examen ignaciano”, Mark E. Thibodeaux, SJ)