TODOS, PERO TODOS, ESTAMOS LLAMADOS A SER SANTOS

Los católicos estamos de fiesta porque el 1o de Noviembre se celebra a todos los Santos. Esa es la verdadera fiesta de estos días. Es bueno que como cristianos hagamos oración por nuestros difuntos. Pero ¿por qué celebrar la fiesta de todos los santos? ¿quiénes son los santos? Los santos no son personas diferentes de nosotros; en todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos, hay santos y hay santas, unos muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo.

Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo.

El Don de la Fe es más grande que todos los superpoderes de tus héroes favoritos y además es de verdad. Pero la fe no es para tener unos músculos muy fuertes, o para poder volar, o ver a través de las paredes, ni para golpear a nadie. Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. Ser santos es ser amigo de Jesús.

INDULGENCIAS, aplicables a los difuntos.

Los días 1 y 2 de noviembre se puede ganar la indulgencia plenaria si se cumplen los siguientes requisitos:  Exclusión de todo afecto a cualquier pecado, incluso venial.  Confesión (dentro de los 8 días anteriores o posteriores) y comunión.  Oración por las intenciones del Papa (un Padrenuestro y un Credo).  Realizar una buena obra. En este caso, la Iglesia señala que ha de ser la visita a un cementerio para rezar por los difuntos.

Rezar por nuestros difuntos

En este día rezamos especialmente por los difuntos que están en el purgatorio. Los que han ido al cielo son santos y no necesitan oración. Los que están en el infierno no pueden beneficiarse de la oración ni la desean. Solo rezamos por las almas del purgatorio. Pero como no sabemos con seguridad si un difunto está en el purgatorio (a no ser que la Iglesia lo haya declarado santo en cuyo caso está en el cielo), es bueno rezar por todos los difuntos y en especial por nuestros familiares y conocidos, para que pronto se encuentren con el Señor en el cielo. 

“Rezar por los difuntos es la mayor obra de misericordia, aún más que rezar por los vivos, ya que éstos pueden valerse por sí mismos” (Santo Tomás) 

"Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso (San Gregorio Magno)

 "Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios" (San Agustín)