PREGÚNTATE. ¿En qué ocupas tu tiempo? ¿Qué lugar tiene en él Dios?
IDENTIFICA tus tentaciones y piensa cómo vencerlas. SIRVE a los demás hoy, préstate a hacer lo que nadie
quiere, lo que cuesta.
REZA el Padrenuestro con la confianza de un niño que pide a su Padre.
PRESENTA tu corazón a Dios, déjalo entrar con su luz en Él.
BUSCA. ¿Qué necesitas para ser feliz? ¿Dónde buscas tu felicidad?
PIDE PERDÓN. Al otro y a ti mismo, a Dios, con paz.
AMA. No sólo al que te lo pone fácil sino a quien más te cuesta.
SAL de tu comodidad para acercarte a tus hermanos.
¿QUIÉN es Jesús para ti? ¿Qué lugar tiene en tu vida?
REVISA tus prioridades. ¿Cómo las ordenas?
MIRA con el corazón la relación de los demás con Dios, no juzgues.
RIEGA tu fe con la palabra de Dios para que dé fruto. Deja que la palabra de Dios ilumine tus miserias y debilidades.
PERDONA a esa persona que te pone nervioso, que te enfada, a la que guardas rencor.
REVISA. ¿Has hecho un Dios a tu medida, un Dios de leyes cómodas?
DEJA que Dios ame a los demás a través de ti.
ADORA. Encuentra un momento en tu día para acercarte a Dios en el sagrario.
ACEPTA el incomprensible e inmenso amor de Dios por ti.
PON tu angustia delante de Dios y pídele que te haga fuerte.
CUENTA a alguien tu encuentro personal con Dios. Libérate del miedo de hablar de Dios a los demás. No calles el mensaje de Dios con el mensaje del mundo.
LÍBRATE de pecado, pon tu alma en paz, deja entrar a Dios.