RECIBIMOS A D.JESÚS PINTO TURIEL.

El Señor bendice a esta parroquia, Ntra. Sra. De la Visitación, con este regalo tan especial: Don Jesús estará entre nosotros como Pastor, como el que nos sirve y acompaña a todos en nuestro camino de Fe.

Padre, Dios de la Vida, te pedimos nos continúes haciendo una comunidad misionera, y nos ayudes a sentirte, a vivirte y, sobre todo, a implicarnos en lo que realmente significa SER HIJOS TUYOS.

¡Bienvenido D. Jesús y mucho ánimo! Intentaremos ayudarle a hacer de ésta, nuestra casa, un lugar ejemplar donde todo el mundo se sienta escuchado y querido. Señor, que tu Espíritu nos acompañe, y que su Luz ilumine a D. Jesús como párroco, para que juntos continuemos construyendo una comunidad viva, colaborando a ser semilla en medio de nuestro pueblo, Las Rozas de Madrid.

La toma de posesión de un párroco nuevo, una celebración con una fuerte connotación cate quética, es un acontecimiento no sólo para su nueva feligresía, sino para la Iglesia diocesana: unido al obispo, es un pastor que está llamado a reunir a los fieles para hacer de ellos una familia con tres misiones principales: enseñar, santificar y regir. Dios sigue entre nosotros. Sigue en cada obispo, en cada sacerdote, en cada cristiano que vive a fondo el Evangelio.

Sigue en su cariño, en la lluvia y el sol, en el pan y en el hogar, en cada niño que nace y en la fidelidad de unos esposos que se aman con locura. Dios no se cansa de amarnos, de buscarnos, de caminar a nuestro lado. Es verdad que a veces el mal parece tan grande que nos olvidamos de su amor, que pensamos en su silencio como si fue se debilidad o impotencia. Con sus manos, D. Jesús llevará la Eucaristía a tantos rincones de nuestra parroquia. Prestará sus labios a Cristo para repetir, con una emoción profunda, “yo te perdono tus pecados”. Ungirá con sus dedos a los enfermos, o juntará las manos de quienes prometen amor hasta la muerte en el matrimonio. Dios habla, grita, exhorta, anima o reprende a través de las palabras de cada sacerdote. Frente a los males del mundo, frente al misterio de la guerra, frente al drama de la injusticia o del abando no, frente al hambre, el aborto y el odio, Dios vuelve a enviar sus mensajeros.

¡¡¡ BIENVENIDO DON JESÚS!!!