COMIENZO DEL AÑO JUBILAR EN MADRID

Hace 25 años San Juan Pablo II hizo la dedicación de la Catedral de la Almudena. Con motivo de este aniversario, el 15 de junio ha dado comienzo en Madrid un Año Mariano, convocado por nuestro Cardenal don Carlos:                    

    En este Año Santo Mariano:

1.– Intensifica tu trato y devoción a María, rezando el Rosario, el Angelus y otras oraciones.

2.-Acércate a nuestra Madre la Virgen María. Junto a nuestra Madre descubrirás siempre lo que significa tener los mismos sentimientos de Cristo, que son sentimientos de obediencia y confianza, porque, solamente en esa obediencia y desde ella, seremos libres. En María, este fue un ejercicio diario; esto fue lo que la llevó a decir a Dios sin condiciones: «aquí estoy», «he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra». 
 

3.- Vive las tareas esenciales del discípulo misionero como nuestra Madre la Virgen María:

a) la invitación al encuentro: en las bodas de Caná, la Virgen María se hace misionera, nos habla de la necesidad de acercarnos a todos los hombres y muy especialmente a quienes más lo necesitan;

b) la invitación a custodiar y alimentar la fe: en la Anunciación nos enseña a hacerlo para ser discípulos misioneros, lo que conlleva vivir en intimidad con Dios, decir siempre sí a Dios, ponerse a su disposición con todas las consecuencias;

c) la invitación a estar siempre en el camino de los hombres: en la Visitación nos enseña a ponernos en camino y, a pesar de las dificultades, hacerlo con una confianza ilimitada en Dios;

d) la invitación a ser provocadores en el camino de la experiencia del encuentro con Dios: en la Visitación nos dice que el camino hay que recorrerlo para hacer sentir y vivir a quienes nos encontremos la experiencia viva y cercana de Dios, y

e) la invitación a vivir el gozo de proclamar con obras y palabras la grandeza de Dios: el magníficat es el canto en el que mejor se descubre la grandeza de haber sido llamados a proclamar la Buena Nueva.

4.– Visita la Catedral de la Almudena, donde se puede ganar la indulgencia plenaria, según las condiciones acostumbradas: Confesión, Comunión, Oración, Actos de caridad.