Oración de Cuaresma

Jesús. Un año más me invitas a recorrer el camino hacia la Pascua. Soy consciente de que, tal vez, me encuentres con las mismas dudas e inquietudes que el año pasado.  Jesús. Perdóname, porque muchas veces pretendo orar y siempre encuentro mil excusas.  

Sin embargo, tú, Jesús, siempre estás allí, a mi lado; sales a mi encuentro cuando estoy decaído y por eso quiero recuperar las ganas de estar junto a ti.  

Jesús. Cuando caminas cansado y agotado hacia el Gólgota me haces ver que la vida es maravillosa, porque igual que tú, cuando uno se ofrece para llevar la felicidad a los demás, a los despreciados, a los que nadie quiere, a los enfermos, se da cuenta que a tu lado la vida tiene otro sentido.  

Por eso, Jesús, ayúdame: para que tu palabra no sobre en mi mochila; para que pueda conocerte mejor; para que si hago ayuno lo haga sin ruido; para que mi caridad florezca con sencillez; que mi oración brote como un rayo de sol entre las nubes, y sobre todo, que nunca deje de buscarte.  

Jesús. Ayúdame también, para que este tiempo de Cuaresma sea un oasis de meditación y de paz; de pensar en las veces que me he olvidado de ti mientras tú sufrías y morías por cada uno de nosotros. Nada más ni nada menos que por amor.