MES DE MAYO, MES DE MARÍA

Durante siglos la Iglesia Católica ha dedicado todo el mes de mayo para honrar a la Virgen María, la Madre de Dios.
Tenemos 30 días por delante en este mes de mayo para dedicarlos especialmente a Nuestra Madre. Para meditar en su vida y virtudes, para rezarle más y con mayor cariño el Rosario, el Angelus y otras devociones.
Esta tradición coincide con el comienzo de la primavera y el final del invierno. El "triunfo de la vida" que simboliza la primavera es uno de los motivos por los que se sitúa en mayo el mes de la Virgen, Madre de la Vida, de Jesús. Mayo es el mes de las flores.


ROMERÍAS ANTE ALGUNA IMAGEN DE LA VIRGEN
En el mes de mayo es habitual que se organicen romería a santuarios, o parroquias, o ermitas dedicados a la Virgen, para visitar y honrar a nuestra Madre con amor filial. Se pueden rezar tres partes del Rosario: una, en el camino de ida; otra ante la imagen de Nuestra Señora que se visita y la tercera en el camino de regreso. Se pueden ofrecer a Santa María pequeños sacrificios por las necesidades personales y de toda la Iglesia.
La romería de mayo tiene un marcado espíritu apostólico. Es bueno hacerla en compañía de amigos o parientes y a aprovechar para sugerirles algún paso adelante en su vida cristiana. "Muchas conversiones, muchas decisiones de entrega al servicio de Dios han sido precedidas de un encuentro con María. Nuestra Señora ha fomentado los deseos de búsqueda, ha activado maternalmente las inquietudes del alma, ha hecho aspirar a un cambio, a una vida nueva". ( J. Escrivá)