Elena Romera Santillana

(2 noviembre 1984- 18 noviembre 2009)

Murió a los 25 años de edad, después de una larga enfermedad de cáncer.

 De Caravaca de la Cruz (Murcia), era buena estudiante, muy guapa, deportista, con gran personalidad....una verdadera líder.

A los 18 años le diagnosticaron un cáncer en la rodilla derecha. Pasó por siete operaciones, varias sesiones de quimioterapia, la amputación de la pierna...

Estudio fisioterapia y pudo ejercer su profesión en Caravaca y Sligo (Irlanda).

Vivía la fe en una comunidad Neocatecumenal. 

¿Cuál sería la experiencia de vida que puede ofrecernos Elena? La experiencia de toda persona que quiere seguir a Jesucristo. Elena pone en práctica el buen combate de la fe.

Ella descubre que su cruz (el cáncer) encierra en sí misma un regalo: la intimidad con el Señor. Y dirá: "El cáncer (mi cruz) no es una desgracia, en él he descubierto el enorme amor que Dios me tiene".

Elena, renuncia tras renuncia, se irá acercando a la imagen de Jesús crucificado.

Crecerá mucho en el cariño a los demás y en su afán de anunciar el amor de Dios.

A lo largo de los siete años de enfermedad, el Señor va puliéndola, haciéndola pequeña; perderá el pelo, la pierna..., se despojará de su orgullo, de su vanidad, de su egoísmo...; después, cuando ya esté preparada celebrará sus Bodas.

Ella concibe la muerte como las "Bodas con su Amado", que la espera. El día de su funeral la vestirán con el sari blanco- pues era aspirante de las Misioneras de la Caridad- y, como una novia muy enamorada, sale al encuentro de su Amado.

En su lápida está escrito: "Encontré el Amor de mi vida, lo he abrazado y no lo dejaré jamás.

Libro sobre Elena Romera

"Yo soy para mi amado"

Confidencias de Elena, una joven con cáncer

Victoria Luque y la colaboración de Manuel Martin de Nicolás

Pedidos en la web: www.buenanueva.es