JORNADA MUNDIAL DE LA INFANCIA MISIONERA

El  lema de la Jornada de Infancia Misionera de este año es 'Sígueme', y con él se quiere subrayar que ahora Jesús también llama a los niños para seguirle en su vida diaria.

Como ellos, los misioneros de hoy también fueron niños, con sus sueños y proyectos. Una llamada de Jesús a seguirle lo cambió todo, y les hizo cumplir de otra forma estos deseos. Por eso hay que trabajar con los niños hoy para que en un futuro estén preparados para decir sí a la llamada de Jesús.

Deseos de que vuestros amigos y seres queridos también conozcan a Jesús. ¡En eso consiste sobre todo la misión! Y esa misión se puede vivir en el Congo, en Nicaragua, Camboya… y también en nuestra querida España, donde mucha gente sufre soledad, tristeza y falta de sentido en su vida porque no conoce a Jesús. ¡Atrévete a escuchar a Jesús y serás también su misionero!

Querido Jesús: Como a tus amigos Pedro, Santiago, Mateo... Tú nos has dicho a cada uno: "Sígueme". Y nos hemos puesto en marcha. Queremos seguirte aprendiendo a amar como Tú amas, siendo agradecidos, alegres y generosos. Queremos seguirte conociéndote mejor, escuchando tu Palabra, hablando de Ti a nuestros amigos. Queremos seguirte rezando por todos los niños del mundo, ayudándolos y dejándonos ayudar por ellos. Le pedimos a la Virgen, Reina de las Misiones, que nos acompañe en el camino. Amén

La Infancia Misionera es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias. Al igual que las otras tres Obras, tiene por finalidad infundir en los católicos un espíritu universal y misionero. Y a diferencia de las demás (Propagación de la Fe, San Pedro Apóstol y Pontificia Unión Misional), la Infancia Misionera, llamada también Santa Infancia, destina todos sus esfuerzos a los niños. O, para ser más precisos, son los niños los verdaderos protagonistas de esta Obra. No somos solo una obra para los niños, sino más bien una Obra de los niños y con los niños.

La idea de fundar en la Iglesia un organismo de esta naturaleza nació más de 170 años atrás, cuando un obispo francés, Mons. Charles de Forbin-Janson, viendo que tantos niños morían sin el bautismo en China, y no pudiendo ir personalmente a ayudarlos, decidió fundar una Obra que se dedicase a la evangelización de los niños gracias a la ayuda y colaboración de los mismos niños.

Esta colaboración, que se puede sintetizar en el lema “Los niños ayudan a los niños”, consiste simplemente en la oración y en la ayuda material. Los niños de la Infancia Misionera rezan todos los días una avemaría por todos los niños del mundo.

Desde entonces, la Infancia Misionera se ha extendido por todo el mundo. Son más de 115 los países en donde esta Obra está activa. Y son millones los niños que actualmente ayudan a otros niños en dificultad.