DESCANSAR EN EL SEÑOR

Venid a mí. Muchos saldréis, os marcháis de la ciudad, a otro lugar. Otros os quedáis aquí en Madrid, por enfermedad, por falta de medios para salir, por diversas circunstancias. Pero id al Señor, escuchad al Señor, escuchad Su palabra, y si tenéis la oportunidad de encontrar algún santuario donde vayáis, los que salís, o aquí en Madrid, cercano a vuestra casa, y podéis ir a verlo, id un ratito a estar junto al Señor. Aprended, ante la imagen de la Virgen que encontréis en la iglesia a la que vayáis, a decirle, como ella a Dios, “aquí estoy, aquí me tienes”.


El Señor nos invita a aprender de Él. Aprendamos su misericordia, su amor, su entrega, su servicio, su amor desinteresado. Él tiene el corazón abierto para todos los hombres, hagamos todos la cultura del encuentro, quitemos todo lo que nos hace indiferentes a ciertas personas. Somos hermanos todos, y el verano es un tiempo bueno para aprender a ser hermanos.
Y en tercer lugar, “descansad en mí” vuestros agobios. Qué importante es que en esta oportunidad que tenéis de encontraros en familia, con los amigos, que reclinemos nuestra cabeza en el hombro del Señor. A veces el agobio, la dificultad, la desesperanza, la desilusión, no lo arreglamos con otrasmedicinas más que poniendo nuestra cabeza en el hombro del Señor.
(Don Carlos Osoro, cardenal arzobispo de Madrid)