Jesucristo, Rey del Universo

"Rey de reyes y Señor de señores" (Ap 19, 16)

Esta fiesta celebra a Cristo como el Rey bondadoso y sencillo que, como pastor, guía a su Iglesia peregrina hacia el Reino Celestial y le otorga la comunión con este Reino para que pueda transformar el mundo en el cual peregrina.

La posibilidad de alcanzar el Reino de Dios fue establecida por Jesucristo, al dejarnos el Espíritu Santo que nos concede las gracias necesarias para lograr la santidad y transformar el mundo en el amor. Esa es la misión que le dejo Jesús a la Iglesia al establecer su Reino.

Se puede pensar que solo se llegará al Reino de Dios después de pasar por la muerte pero la verdad es que el Reino ya está instalado en el mundo a través de la Iglesia que peregrina al Reino Celestial. Justamente con la obra de Jesucristo, las dos realidades de la Iglesia -peregrina y celestial- se enlazan de manera definitiva, y así se fortalece el peregrinaje con la oración de los peregrinos y la gracia que reciben por medio de los sacramentos.

"Todo el que es de la verdad escucha mi voz"(Jn 18, 37). Todos los que se encuentran con el Señor, los que escuchan su llamado a la Santidad y emprenden ese camino, se convierten en miembros del Reino de Dios.